¿Seguridad o legítima defensa?

Tomado del Diario La Hora

Viernes 8 de julio de 2011

Por Jaime Ventimilla

El caso de Gastón Alarcón, abogado y criminólogo, nos mueve a reflexionar sobre el tema de la seguridad, aunque mi intención no es hablar exclusivamente de lo negativo, siento que se hace necesario un acercamiento cabal al problema.
En primer lugar, debemos ser objetivos, pues el fenómeno de la inseguridad es recurrente en América Latina, posiblemente es una consecuencia que nace de la democracia deficiente que ha delegado exclusivamente a la materia penal la investigación y de castigo de los delitos, dejando de lado su comprensión integral como una realidad social.

Se suele hablar de la racionalidad y proporcionalidad de la medida empleada en la defensa, pero en el caso in comento debemos pensar en el hecho de que su mujer e hija aparentemente se encontraban amenazadas por un arma de fuego, situación que muestra que su integridad física corría grave peligro.

Siguiendo a Zaffaroni “en rigor, pareciera que nunca es racional la muerte del agresor para defender sólo la propiedad, pero cobraría racionalidad en la medida en que la lesión de la propiedad compromete o va acompañada con la de otros bienes jurídicos (integridad física, cuando a la víctima del robo la amenaza con un arma;…libertad, cuando se trata de un secuestro extorsivo)”.

En la legislación nacional se explican casos donde ciertas acciones son excusables cuando se defiende a terceros, en especial al cónyuge y sus descendientes, sin dejar de lado ascendientes, hermanos o afines dentro del segundo grado.

Pero este delito, que deberá investigarse hasta encontrar la verdad, demuestra la existencia de un proceso de descomposición social que viene gestándose desde mucho tiempo atrás y que ha ganado en intensidad en estos años.

Si el Estado no brinda la  seguridad mínima a los ciudadanos, no nos queda otra opción que la legítima defensa, que no obstante, puede ser el límite peligroso entre una sociedad apegada a las normas jurídicas y otra que reaccione directamente ante la inoperancia de la institucionalidad. La solución debe ser inmediata, antes que la sombra de la violencia sea regla general.

Gastón Alarcón

Aunque esto pasó en Guayaquil, el caso de Gastón Alarcón es una clara muestra de que los ecuatorianos hemos llegado a un punto en el que o nos defendemos o nos matan. El guayaquileño no es sino un claro ejemplo de lo que todos los ecuatorianos vivimos día a día. El tomo la decisión de defender a su familia sin medir las consecuencias. ¿Qué hubieran hecho ustedes?

Otra balacera ayer en Quito dejó un muerto

balacera al norte de Quito

Fotografía tomada de elcomercio.com

MIÉRCOLES 29/06/11Las balas «sonaban como canguil reventándose», relató una mujer que había atinado a refugiarse detrás de su quiosco. Ella quedó en medio de la balacera que ocurrió ayer, cerca de las 10:30, en las esquinas de las calles Juan Paz y Miño y Eduardo Solórzano, a tres cuadras del aeropuerto Mariscal Sucre, en el norte de Quito.

Al menos 24 casquillos y rastros de balas quedaron desperdigados en el sitio del tiroteo, el segundo en cuatro días, que también dejó un sospechoso muerto.

La tarde del sábado último, durante una balacera entre guardias de seguridad y 12 personas que intentaron asaltar un blindado, en el sur, murió una persona.

Ayer, un hombre que, según testigos participó en el asalto, quedó tendido en la vereda: falleció. Asimismo, un policía resultó herido por dos impactos de bala y tuvo que ser trasladado de urgencia a una casa de salud.

Dos uniformados, todavía nerviosos y con sus vestimentas algo empolvadas, narraban que dos motocicletas en que se movilizaban fueron embestidas por un vehículo Trooper Isuzu negro. Ellos, junto con su compañero que fuera herido, custodiaban a dos personas que habían pedido protección para hacer un depósito bancario de USD 12 000.

Algunos testigos y los dos policías coincidieron en que cuatro hombres bajaron del Isuzu negro y empezaron a golpear a los agentes que habían caído de las motos y a disparar cuando estos aún estaban en la calzada.

Otros seis desconocidos se aproximaron al auto de la pareja que llevaba el dinero y, en un inusitado caso de sacapintas, la asaltaron. Los armados huyeron en otro vehículo. El sospechoso fallecido caminó unos 20 metros y se desplomó en la vereda, según testigos. Media hora después, agentes de Criminalística recogían evidencias a su alrededor.

El coronel Edmundo Moncayo, comandante de Policía del Distrito Metropolitano, anunció que, hasta el cierre de esta edición, la Policía había detenido a cinco sospechosos, con dos pistolas Glock y una ametralladora. Y que se recuperó parte del dinero.

«Aún no sabemos la cantidad exacta, ya que estamos verificando los números de serie de los billetes para poder rastrear el resto». El operativo de persecución continuaba durante la noche.

El enfrentamiento a fuego cruzado entre policías y delincuentes causó alarma y dejó zozobra entre quienes se encontraban en el sector de La Concepción. En la calle Juan Paz y Miño, secundaria, al costado occidental de la transitada avenida De la Prensa, hay tiendas, almacenes, gabinetes de belleza, locales de cabinas telefónicas, restaurantes y viviendas.

Una comerciante, de unos 60 años, dijo que estuvo en el interior de su local y que al oír los disparos solo atinó a llamar a gritos a sus familiares.

Cuando la situación se calmó, corrió a dar una jarra con agua a los policías que habían participado en la balacera.

En los diferentes locales, muchas personas, entre estas extranjeros, comentaban lo ocurrido. Pero «yo no vi nada», «no estuve», «acabo de llegar», eran las frases recurrentes con que esquivaron una respuesta a las interrogantes de los agentes de la Policía.

De otro lado, cerca de las 13:00, en Quitumbe, al sur, fueron arrestados tres hombres que intentaron robar a una mujer que minutos antes había depositado USD 8 000 en un banco. El jefe de la Unidad de Vigilancia Quitumbe, Manuel Pérez, señaló que el robo no se concretó pues la cartera que le arrebataron estaba vacía. Los tres fueron llevados al Juzgado de Contravenciones. Horas antes, también en Quitumbe, fueron detenidos dos hombres. Según la Policía, estaban en actitud sospechosa y uno portaba un arma.

Punto de vista

Gustavo Lalama / Experto en seguridad

‘Trabajar en Inteligencia’

Para realizar una operación de esa naturaleza hay grupos organizados que disponen de información respecto del traslado de capitales. Es fundamental, en este tipo de acciones, trabajar en Inteligencia Policial para detectar actividades delincuenciales que estén orientándose hacia este tipo de delitos. También hay que hacer contrainteligencia.

Entendiéndose a eso como todas las acciones que niegan a la delincuencia información sobre actividades que pueden ser aprovechadas por ellos para los delitos. Horarios, movimiento de capitales, rutas y personal para hacer el traslado son cosas fundamentales.

Al igual que es importante la función de las empresas de seguridad, las entidades financieras y la Policía. Es clave que se revisen los procedimientos y procesos que se están llevando a cabo con el fin de tomar las medidas que garanticen que esto no se vuelva a ocurrir.

La ciudad es el reflejo de sus habitantes

Ayer en el camino de mi casa al trabajo, que es un trayecto relativamente corto, del Centro Comercial  Naciones Unidas a la Casa de la Cultura vi a tres personas orinando en las calles. Sin reparo o pudor alguno tres hombres que por las canas en su cabello delataban que no eran ningunos jovencitos “hacían del uno” en medio de avenidas congestionadas de Quito.

El primero contra un poste en la Amazonas y Atahualpa, de frente a la avenida como si quisiera que todos los que, por mala suerte, circulamos por esa calle viéramos lo que seguramente solo su mujer quiere ver, o quien sabe ya ni ella. Los otros dos en la Orellana y en la 6 de  Diciembre tratando de esconderse tras árboles, lo que no consiguieron,  “regaban el arbolito” sin importarles que cientos de personas les vieran.

Si hay algo que nos diferencia de los animales es que tenemos control sobre nuestros cuerpos. A diferencia de un perro que alza la pata contra cualquier pared, nosotros sí podemos aguantarnos un rato hasta llegar a un baño. Son estos actos los que hacen que gente de otros países nos cataloguen a todos, no solo quiteños sino ecuatorianos, como gente sucia, sin costumbres.

Por favor pensemos que todo lo que hacemos afecta directa o indirectamente a la ciudad, a nuestro Quito. No ensuciemos lo que es de todos. Recordemos que una ciudad sucia tan solo refleja la suciedad de sus habitantes.

Entrevista de Augusto Barrera en Teleamazonas

Los huecos en las calles

Subes a tu auto por la mañana, sales de tu casa e inmediatamente en la puerta de tu hogar un hueco en la calle. Sacando tus mejores atributos de conductor de rally esquivas los ciento de agujeros que agrietan las calles de Quito hasta llegar a tu destino.

Uno que otro hueco en las calles es normal e inevitable. Pero hemos llegado al punto de tener que manejar en zigzag para no caer en los abismos que se abren en las vías de Quito.

Hoy en entrevista en Teleamazonas, el alcalde Barrera advirtió a los quiteños que en este verano el tráfico incrementará aún más por los trabajos que se harán en arterias de toda la capital.

Es bueno saber que se tiene la intención de arreglar la ciudad, pero ¿es necesario solucionar un problema y agravar otro? ¿No es posible buscar alternativas que en lugar de hacer aún más difícil nuestra vida nos la faciliten un poquito?

Necesitamos un alcalde que de soluciones, no que se ría cuando le dicen que su ciudad es de primera porque en segunda el carro ya no sube, necesitamos soluciones para todos los problemas, no que se arregle por un lado y se dañe por el otro.

Editorial

Qué pasó con la tranquila y apacible ciudad de Quito, donde podíamos caminar por la calles a cualquier hora sin tener ese miedo que hoy todos los quiteños sentimos cuando salimos a “dar una vuelta” por nuestra ciudad.

Quién no ha sido asaltado o robado, y si no lo ha sido lo más seguro es que un amigo cercano o un familiar si tuvo que pasar por esa realidad que hoy por hoy nos envuelve a todos los capitalinos.

El objetivo de este blog no es dar una mala imagen de esta hermosa ciudad franciscana, en la que hemos crecido y vivido hasta hace no mucho tiempo sin miedo alguno, el objetivo es que quienes vivimos aquí tengamos la oportunidad de contar e incluso denunciar esos delitos que todos los días minuto a minuto se dan en Quito.

No es secreto que la vida en nuestra ciudad se está volviendo insoportable, no solo por la delincuencia, sino por el tráfico vehicular, el mal estado de las calles, el pésimo servicio de transporte urbano y tantos otros factores que a cada uno de ustedes deben molestarles.

En Inseguridad en Quito pueden contar sus anécdotas ya sea con palabras o imágenes. Por medio del Twitter pueden informar lo que pasa en los diferentes sectores de la capital, serán sus historias las que revelan la realidad de esta ciudad.

Recuperemos nuestro Quito primer Patrimonio Cultural de la Humanidad, la carita de Dios no puede ser manchada por la inseguridad y la delincuencia que amenazan con acabar con la capital de todos los ecuatorianos.

Las cenizas de Carlos Bastidas, en la Casa Blanca

Carlos Bastidas

Redacción Quito (El Comercio)

DOMINGO 29/05/11Las cenizas de Carlos Bastidas fueron esparcidas al viento en distintas partes del estadio de Liga de Quito, en Ponciano, en el norte. Ese fue un pedido que hizo en vida el joven de 22 años, estudiante de Periodismo de la Universidad de las Américas (UDLA), quien falleció atropellado en un accidente de tránsito.

El percance ocurrió la noche del jueves 12 de mayo, en la calle Leonardo Tejada y Gonzalo Endara Crow, en Monteserrín. Allí, se dibujó un corazón y se pegaron fotos de ‘Tato’, uno de los apelativos de Bastidas. Él era un confeso hincha de la ‘U’ y un apasionado por el periodismo deportivo desde su infancia.

Dieciséis días después del fallecimiento del joven universitario, que estaba por terminar su carrera, los detalles y pormenores del accidente todavía son parte de la investigación, que lleva a cabo la Fiscalía. La reconstrucción de los hechos se ha realizado dos veces en el conjunto privado. Así se recogen los testimonios de los testigos y del inculpado.

María Abad y Juan Fernando Uribe son dos amigos que acompañaban a Bastidas la noche del accidente. Ellos, en su relato, han repetido que fue un carro Vitara blanco el que atropelló a ‘Tato’.

Abad contó que al llegar al lugar, en la calle Tejada, estacionaron el vehículo y la víctima se bajó del auto cuando el Vitara pasó a velocidad y arrastró a la víctima. El carro paró su marcha al estrellarse contra una pared. Luego, el conductor culpable intentó abandonar el sitio, pero fue detenido por un guardia de seguridad del Conjunto Sierra del Moral y entregado a otros guardias del conjunto, quienes permitieron que el presunto autor de la tragedia se fuera a su casa.

Al día siguiente, con una orden judicial, se allanó la residencia y Germán C., un hombre de 70 años, se autoinculpó y por su edad se le dio arresto domiciliario.

La investigación que efectúa la Fiscalía busca cada pieza del rompecabezas. Se escuchan todas las versiones. En la reconstrucción de los hechos, la escena donde el vehículo cruza a toda velocidad, arranca lágrimas de los familiares, compañeros y de los amigos liguistas de Bastidas.

Su padre dice que solo pide justicia mientras todavía guarda en su memoria las alegrías que compartió junto a su difunto hijo, en los dos finales internacionales del club quiteño. Ambos viajaron a la final en Brasil. Incluso Carlos (hijo) estaba entrando a ser parte del cuerpo de dirigentes.

“Una ocasión, nos comentó que si un día se muere, botemos su ceniza en el estadio de Liga. Lo hicimos en los alrededores y cerca de la cancha, donde su alma estará viendo al equipo de sus amores, a la Liga de Quito”.

La delincuencia se concentra en la Comuna Alta

La Comuna Alta se ha convertido en uno de los barrios más peligrosos de Quito. La falta de resguardo policial es una de las causas.

Al  menos una persona es asaltada cada día en el barrio La Comuna Alta en Quito.  Los delincuentes han encontrado su lugar de reunión en la calle Humberto Albornoz, vía principal para llegar a este sector de la capital. Los robos se dan a partir de las 19:00 cuando el sol se oculta y los moradores regresan a sus hogares.

“Nos da miedo salir después de las siete porque a esa hora se reúnen los ladrones” cuenta Herminia Caiza quien ya fue víctima de la delincuencia y teme por la seguridad de sus hijos de nueve y 13 años.

En este barrio viven alrededor de 30 mil personas quienes deben ser protegidas por tan solo cinco policías que forman parte de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) del sector. El jefe de la UPC el Mayor Patricio Villacís revela: “la contingencia con la que contamos no es suficiente para cubrir todo este barrio”, acota “solo somos cinco y tenemos un patrullero, hacemos lo que podemos para dar seguridad al sector”.

En medio de casas despintadas, sobre calles empedradas circula el autobús manejado por Carlos López quien dice preferir no subir con su bus hasta La Comuna al anochecer por temor a ser robado. Esto obliga a que quienes viven en el barrio tengan que llegar a pie y se expongan a ser asaltados.

Enma Caiza ha sido presa de los delincuentes en tres ocasiones por lo que ahora trata de llegar a su casa antes de que oscurezca. “Me robaron el celular y el dinero, lo que más me preocupa no soy yo, son mis hijos y mi marido que siempre llegan en la noche” cuenta Enma quien afirma que quiere vivir en otro lugar.

La Comuna se ha convertido en un lugar altamente peligroso, esto lo revelan sus moradores quienes temen por sus vidas. Además de la delincuencia, más de 500 familias del sector no tienen agua potable y las calles están en mal estado.